viernes, 13 de mayo de 2011

Dukan, Dukan, Dukan

Dukan, Dukan, Dukan... Quien no conozca este método de adelgazamiento, o está rodeado de gente a la que no le sobra ni un centímetro de su cuerpo, o es que vive en una burbuja. Desde hace un tiempo, la dieta creada por el doctor Pierre Dukan es tema de conversación prácticamente asegurado en cualquier reunión. El padre, la amiga, el marido o la sobrina. Siempre hay quien ya ha empezado a perder kilos, y de manera rápida, gracias a esta dieta (con base médica, a pesar de sus detractores) realmente eficaz.

Si no, que se lo pregunten a la guapísima Caritina Goyanes, quien ha perdido 21 kilos desde el pasado mes de noviembre. «Cuando nació mi hijo, pensé que tenía que cuidarme y empezar a comer de una forma ordenada. No merecía la pena seguir así», nos cuenta Caritina quien, por su trabajo (es la dueña del exitoso Sixsens Catering), vive entre fogones, lo que no debe ser lo mejor para evitar tentaciones. «Probé diferentes métodos, pero no bajaba de peso. Hasta que conocí Dukan. La primera semana adelgacé cinco kilos y esto es muy importante para seguir adelante, con moral, y no dejar la dieta a la primera».
Bajo control

Día a día, siguió perdiendo peso. Cada vez más satisfecha por los resultados, y siempre controlada por el doctor Dukan, Cari confiesa que se encuentra perfectamente. «Me hago análisis de forma regular y no tengo ni un solo problema. Es un régimen muy fácil de hacer, porque puedes comer muchos alimentos y si te lo saltas por algún motivo, evitando siempre que puedas las grasas, no adelgazas, pero tampoco engordas». Basado, sobre todo, en las proteínas (la primera semana no se pueden mezclar con nada) y las verduras, y con el salvado de avena como protagonista, este método sigue cuatro fases: el ataque, el crucero, la consolidación y la estabilización definitiva. Después, a lucir la silueta
Buenos ejemplos

Así debieron pensar Penélope Cruz, Jennifer Lopez y Gisele Bundchen, cuando, tras su maternidad, decidieron recuperar su figura de la manera más rápida. O Carole Middleton antes de la boda de su hija Kate con el Príncipe Guillermo; incluso, hay quien asegura que la propia Duquesa de Cambridge hizo este régimen antes del enlace. Motivos más que suficientes para que se apuntaran a la dieta y se hayan convertido en ejemplos de su efectividad.

El método Dukan arrasa. En España, en Europa y en Estados Unidos. El libro «No consigo adelgazar» se considera la biblia de las dietas. Los maridos lo leen a escondidas, las mujeres lo comentan sin parar y ocupa el número uno en los rnkings de ventas. Ya se han vendido más de siete millones de ejemplares en todo el mundo. En nuestro país, desde que vio la luz en mayo del pasado año, ya va por la décimo primera edición. Otros dos volúmenes siguen el mismo camino: «El método Dukan ilustrado» (septiembre, 2010) está en su sexta edición y «Las recetas de Dukan» (enero, 2011), en la tercera. Sobran las palabras. O los kilos, claro.

domingo, 8 de mayo de 2011

El Salvado de Avena

Tiene a medio mundo a dieta y además es el rey del universo online. Cuenta con 10 millones de lectores en 20 países del mundo con tres de sus libros, No consigo adelgazar, El Método Dukan ilustrado y Las recetas Dukan. Los dos primeros también están entre los más vendidos de no ficción en España.

Pierre Dukan es un nutricionista que vende -con mucho éxito- un método para adelgazar . Después de la Semana Santa, cuando las dietas en general aumentan un 30% por la conocida operación biquini, es hora de conocer los secretos de un régimen que permite comer (a voluntad) 100 alimentos, 72 con proteínas y 28 verduras, y que empezó en la consulta de Dukan cuando ejercía de médico de familia. Un obeso le dijo: “Desde la adolescencia he perdido más de 300 kilos por mi cuenta ,y como puede usted constatar, ¡lo he recuperado todo!”. Y añadió: “Seguiré sus consignas al pie de la letra. Excepto una cosa: no me suprima la carne, ¡me gusta demasiado!”. Y el doctor le sugirió: “Pues bien, durante cinco días no coma más que carne, tanta como quiera”. En una semana había perdido cinco kilos.

Lo demás vino rodado. Nueve de cada 10 personas que siguen la dieta alcanza su peso ideal y casi ocho de cada 10 lo mantiene un año después. Dukan saca la báscula para Época.

-¿Adelgazar rápidamente y para siempre? Suena a dieta milagro.

-Detrás de mi método no hay milagros, hay más bien mucho trabajo, porque se basa en mis 35 años de experiencia como médico nutricionista. A lo largo de este tiempo he visto que la persona gorda compensa sus problemas y frustraciones con la comida. Suele ser también excesiva en sus comportamientos: de la misma manera que come en demasía está dispuesta a cumplir regímenes drásticos, de los que se cansa al poco tiempo para volver a sus hábitos, recuperando así el peso perdido y añadiendo algunos kilos de más.

-¿Y cuál es el secreto de su dieta?



-Está estructurada en cuatro fases: dos para adelgazar y dos para mantener el peso. Nunca se debe pasar hambre, sólo comer productos naturales, preparar recetas sabrosas y aprender a comer bien y a mantener el peso para siempre. Las cuatro fases forman una estructura muy sólida, que guía y apoya al usuario desde el primer día y no lo suelta, dejándolo sin otra opción, avanzando día a día, kilo a kilo, como un tutor del comportamiento o un plan de trabajo militar. En ese camino se siente recompensado con la pérdida de peso y la ausencia de hambre.

-El problema de la mayoría de regímenes es la rápida recuperación de peso. ¿Por qué este es diferente?

-Porque incluye dos fases ineludibles de estabilización y mantenimiento del peso. Si no se piensa seguir el régimen hasta el final, recomiendo no empezarlo. Después de haber alcanzado nuestro peso justo, entramos en la fase de consolidación, que es una transición entre el todo régimen y el no régimen. Esta etapa tiene una función crucial: pasar un tiempo (10 días por kilo perdido) con un régimen suficientemente permisivo como para no seguir adelgazando, pero al tiempo controlado, para no engordar de nuevo. A la base de los 100 alimentos permitidos a discreción añadimos dos piezas de fruta cada día, dos rebanadas de pan integral al día, una porción de queso al día, dos raciones de feculentos a la semana y dos comidas de gala a la semana. Esto permite llegar a una alimentación normal, pero frugal, en la sociedad actual de hiperconsumismo -porque no debemos olvidar que el español medio vive siguiendo un régimen hipercalórico, con demasiado azúcar y demasiadas grasas, sin saberlo-. En la cuarta fase, de estabilización, que seguirá el resto de la vida, se recupera lo que yo llamo la espontaneidad alimentaria: poder comer de todo, pero conservando en la memoria el modelo de la consolidación que actúa como plataforma de seguridad en caso de desbordamiento.

-¿Pero qué hacemos para no volver a engordar?

-Seguir tres medidas concretas, muy eficaces y poco dolorosas, pero innegociables: un día por semana (yo propongo el jueves) comer proteínas puras, no coger el ascensor nunca más y caminar 20 minutos al día. Y tomar tres cucharadas de salvado de avena cada día.

-¿Y qué pasó con lo de que para adelgazar hay que pasar hambre?

-No se ha dicho nunca que para adelgazar haya que pasar hambre, pero sí que hay que contar, y entonces es obligatorio pasar hambre. Esto es lo que los regímenes han aconsejado hasta hoy, puesto que estaban fundados sobre el sistema de las calorías y no tenían en cuenta un hecho biológico y científico irrefutable: las calorías tienen el mismo valor sea cual sea su origen (proteínas, lípidos o glúcidos), pero el cuerpo no las utiliza de la misma forma. Si bien los glúcidos y lípidos son nutrientes, tienen un papel de carburantes y los usamos rápidamente; las proteínas están pensadas como elementos de crecimiento y mantenimiento del organismo. Si les pedimos que actúen como carburantes, pueden hacerlo, pero eso implica un gasto muy elevado y es lo que me permite utilizarlas a voluntad y sin llegar a pasar hambre. El hambre es un mecanismo natural que nos impide morir. Resistirse es posible durante unos días, pero es mucho mejor no sentarse a la mesa muerto de ansiedad. Si comemos mejor, más despacio y más conscientemente, quedaremos saciados.

-¿Y qué podemos hacer para resistirnos a las patatas fritas después de comer o las galletas antes de cenar?

-Cuando tenemos hambre no hay que evitarla, hay que saciarla, pero con alimentos permitidos que pueden comerse a voluntad. Por ejemplo, el jamón de pavo, un yogur 0%, unos palitos de surimi y cualquier alimento bajo en grasas y azúcares que calme el hambre y apague la ansiedad, sin engordar.

-Ha vendido miles de libros en el mundo y hay una comunidad de ‘dukanianos’ en Internet. Es un fenómeno poco común para un nutricionista. ¿Cuál es el secreto del éxito?

-Aparte del hecho de que el método es eficaz, el éxito se basa en una relación de confianza. Sean de donde sean, los lectores e internautas me conocen y saben que me motiva conseguir que adelgacen, que dedico todos mis esfuerzos y es lo que me hace feliz. Mi experiencia y el historial de mi método dan legitimidad a la dieta y eso les tranquiliza. Los resultados rápidos y visibles hacen que las personas de su entorno pregunten cómo lo han conseguido y el método se difunde de manera natural. Es importante también su sencillez y, además, está el apoyo de Internet a través de www.dietadukan.es.

-¿Y qué es eso de que el frío ayuda a adelgazar?

-Cuando bebemos un litro de agua que sale de la nevera a 4 ºC y orinamos el agua a 32 ºC, hemos aumentado la temperatura 28 grados, lo que le cuesta a nuestro cuerpo entre 30 y 40 calorías. El organismo debe mantenerse a una temperatura de unos 37 ºC y cuando ingerimos alimentos fríos, o cuando estamos en un ambiente frío, lo obligamos a gastar energía para mantenerse en los 37 ºC. No es un gasto muy alto, pero ¡todo suma!

-¿Qué hay de cierto en lo de no beber durante las comidas?

-Cualquier momento es bueno para beber, pero especialmente durante las comidas, porque el agua nos ayuda a llegar a la sensación de saciedad. Al estómago le cuesta contener más de un kilo y medio de alimentos. Cuando empezamos una comida con proteínas y verduras y bebemos dos vasos grandes de agua, ya hemos llenado dos tercios del estómago y el hambre desaparece. La leyenda que no permite beber durante las comidas no tiene ningún fundamento.

-¿Su método vale para cualquiera que quiera adelgazar, por ejemplo dos o tres kilos, o es sólo para los obesos?

-Está concebido para un sobrepeso de más de siete kilos sobre el peso justo.

-¿Y cuál es el peso justo?

-El que una persona puede alcanzar y, mucho más importante, el que puede mantener. Depende de su edad, constitución, historia personal y familiar, en total son ocho parámetros. No es fácil de calcular así que, antes de empezar, recomiendo a todo el mundo que vaya a www.dietadukan.es, donde de forma gratuita puede responder a ocho sencillas preguntas y, en pocos minutos, sabrá cuál es su peso justo y la duración de cada una de las etapas a recorrer.

-En los herbolarios de Madrid se ha agotado el salvado de avena, uno de los pilares de su dieta.

-El salvado de avena sí que es un pequeño milagro, una suerte de prodigio. Es un alimento que interviene en los cuatro sectores esenciales de la prevención de la salud: tiene acción directa y científicamente probada contra el colesterol, el cáncer, la diabetes y el sobrepeso. Las fibras que lo componen recorren todo el tracto digestivo sin ser descompuestas y arrastran con ellas una parte modesta de las calorías que ingerimos, aligerando así la factura calórica de una comida. Dentro del estómago, con el agua, su volumen se hincha hasta 30 veces, creando sensación de saciedad.

-¿Es posible seguir la dieta sin la vigilancia de un nutricionista?

-No hay nutricionistas suficientes para tratar a todas las personas con sobrepeso, pero hay que consultar al médico de cabecera ante cualquier duda.

-En España, como en otros países industrializados, hay cada vez más población obesa. ¿Ve usted un futuro de gordos?

-Espero ganar la lucha contra la obesidad que me ocupa y preocupa desde casi siempre. Es importante educar correctamente a la población infantil y evitar que los jóvenes, sometidos a la presión de la moda, empiecen a hacer el primer régimen alegremente y sin necesidad.

sábado, 7 de mayo de 2011

El Metodo Dunkan: Es Efectivo

El pasado mes de marzo, el Ministerio de Sanidad incluía en su lista de “dietas milagro” desaconsejables el Método Dukan por ser “ineficaz, fraudulento y potencialmente peligroso” para la salud. Según el Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas, la citada dieta del Dr. Pierre Dukan no tiene “fundamento científico”, es “fraudulenta” porque promete “resultados mágicos” con aseveraciones que suponen una “infracción grave” y un largo etcétera que incluye la “contraindicación con los consensos de expertos en obesidad”.

Esta semana, la revista ÉPOCA siete días dedica una amplia entrevista con el Dr. Dukan en la que el famoso médico argelino da alguna de las claves de su famoso método, desmintiendo, para empezar, que sea una dieta milagro, y diciendo, para seguir, que “si no piensa seguir el régimen hasta el final” es mejor “no empezarlo”.
Mientras la polémica crece y el salvado de avena que él recomienda se agota en todos los herbolarios, sus libros No consigo adelgazar y El Método Dukan Ilustrado están en lo más alto de los tops de ventas de no ficción en España y medio mundo. En otros países como Francia, sin embargo, está en la denominada “lista negra” del Ministerio de Sanidad y de la Agencia de Seguridad Alimentaria.

Dukan contesta a las críticas y asegura a ÉPOCA siete días que su método es del todo eficaz si, además, después de terminarlo, se siguen tres medidas concretas e “innegociables” el resto de la vida: un día por semana comer sólo proteínas puras, no coger nunca más el ascensor y caminar al día 20 minutos. Tal vez, gracias a esto, las famosas se entregan a esta dieta sin fisuras, y Jennifer López y Penélope Cruz se han quedado estupendas después de ser madres gracias a ella. Ver o no el efecto rebote, es cuestión de tiempo.