domingo, 11 de julio de 2010

Escalón a Escalón es un Logro Complejo

El hecho de ir alcanzando frecuentemente pequeños objetivos es algo digno de celebrar. Te transmitirá confianza, seguridad en ti mismo, ánimos y motivación para seguir haciendo dieta, corriendo o haciendo lo que te hayas propuesto hacer. De modo que recompénsate por cada objetivo parcial que vayas alcanzando.

Anota también los objetivos parciales para poder hacer un seguimiento de lo que necesitas hacer, registrar los logros parciales a medida que los vayas cumpliendo y disfrutar sabiendo que te vas acercando a la gran meta. (El hecho de escribir los pasos específicos tiene otra ventaja -si notas que te flaquea la voluntad, puedes echar un vistazo a tu lista para comprobar el camino que ya llevas andado, animarte y reorientarte).

Comprueba tus progresos. Ahora que has dividido tu objetivo en una serie de objetivos parciales, comprueba tus progresos cada día.

Cuando cumplas un objetivo parcial, márcalo en tu lista. Dite a ti mismo: "Bueno, ya he perdido 1,5 Kg. ¡Ya estoy a mitad de camino para lograr mi objetivo!" Recompénsate con algo que te prometiste cuando te fijaste el objetivo. ¡Saborea el éxito! Y luego piensa en cómo vas a lograr el resto de tu objetivo: "¿Ahora cómo voy a conseguir perder el kilo y medio que me falta sin recuperar lo que ya he perdido?"

Si tienes un resbalón o te falla la voluntad, vuélvete a comprometer con tu objetivo. Si tienes un resbalón, no tires la toalla. Perdónate a ti mismo y organiza un plan para volver a retomar el camino que te llevará a tu objetivo. Date unas palmaditas en la espalda por el camino que ya llevas andado. No te machaques ni seas demasiado duro contigo, independientemente de lo que te hayas desviado del camino que te habías trazado. La mayoría de la gente tiene algún resbalón cuando intenta introducir algún cambio en su vida -es una parte natural del proceso.

El hecho de escribir las tareas diarias y los objetivos parciales también ayuda en este punto, porque, si llevas un registro de tus progresos, enseguida te darás cuenta cuando tengas un resbalón, lo que te hará más fácil retomar el camino hacia tu objetivo. Y sabrás exactamente cuándo te has salido del camino. De modo que, en vez desanimarte y decirte: "Nunca lo consigo cuando me propongo perder peso", puedes decirte a ti mismo: "No estoy perdiendo peso porque no he seguido mi programa dietético y de ejercicios diario."

¿Y si tienes un resbalón tras otro? Pregúntate a tu mismo si estás realmente comprometido con tu objetivo. Si la respuesta es afirmativa, vuélvete a comprometer -y ponlo por escrito. El proceso de escribirlo todo también te puede ayudar a descubrir si estás o no realmente comprometido con un objetivo. Por ejemplo, tal vez estés más "enganchado" a la fantasía de ser una estrella del deporte que a la realidad de "sudar" para lograrlo.

Tómate los traspiés y resbalones como lecciones o recordatorios de por qué estás intentando hacer un cambio. Si te sales del plan trazado, no lo interpretes como un fracaso sino como una oportunidad para aprender algo nuevo sobre ti mismo. Supongamos que tu meta es no pelearte tanto con tu hermano o hermana. Tal vez aprendas que es mejor decir: "Ahora no puedo hablar sobre eso" y tomarte tu tiempo para tranquilizarte cuando notes que estás empezando a perder los estribos.

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