lunes, 14 de junio de 2010

Los Hábitos son Determinantes

Influencias Inconscientes En La Alimentación
Comentarios: 0 | Vistas: 38
Sindicar este Artículo
El estudio ha sido realizado por investigadores del Departamento de Psicología Humana de la Universidad de Columbia Británica (Canadá) y publicado en "Journal of Consumer Research". Su objetivo principal fue comprobar, de forma científica y cuantificada, la influencia que tienen en la alimentación de una persona el tipo de compañía y su actitud. Los resultados han sido sorprendentes.

La metodología que utilizaron fue examinar el comportamiento de 210 estudiantes universitarias, a las que se llevó una a una al cine e hizo creer que les interesaba su opinión sobre la película. Fueron siempre acompañadas por una integrante del equipo investigador que pesaba 48 kilos. Esta, en unas ocasiones acudía con su aspecto normal (delgada) y en otras (obviamente, con estudiantes diferentes) iba rellena con almohadones, para simular ser obesa. Durante la película, se ofrecieron golosinas a ambas, primero a la colaboradora y luego a la estudiante.

Así, por ejemplo, pudo comprobarse que, cuando la colaboradora comía 30 caramelos y se presentaba como era (delgada), la estudiante tomaba, de media, 10. Mas en iguales condiciones, pero caracterizada de obesa, tomaba únicamente 6. Una diferencia muy notable, como puede verse.

En líneas generales, se comprobó que la acompañante obesa incita a comer más. Pero el comportamiento más peligroso es el de la persona delgada que come mucho, pues nos llega el mensaje inconsciente de que, si ella come mucho y está delgada, yo también puedo hacerlo. Por el contrario, la compañía de alguien delgado que come poco y bien nos hace comer igual que él o ella: poca cantidad y de forma saludable.

Pero, más interesante que la información en sí que nos da este estudio es el hecho de que nos demuestra la gran influencia de ciertos hechos que son percibidos de forma inconsciente. Porque, además de la compañía y su actitud, también cuentan otros muchos factores: el ambiente (música, iluminación...), motivación, tamaño de las raciones, el envase, la publicidad, disponibilidad de alimentos, preferencias personales, etc.

En base a lo anterior, muchos expertos, como Brent McFerran, uno de los directores del mencionado estudio, aconsejan reflexionar a la hora de comer, para intentar racionalizar aquellos factores que pueden hacer que comamos de más, ser conscientes de ellos y tener en cuenta nuestros objetivos y situación, a fin de adecuar nuestra conducta a nuestras necesidades reales.

Esta racionalización y anulación de aquellos factores inconscientes que nos hacen comer más puede extenderse a múltiples situaciones: desde la ya descrita de no dejarnos influir por un compañero delgado que come de forma inmoderada, pasando por la publicidad de unos "snacks" que hace que nos levantemos de frente a la televisión y vayamos a la cocina para coger una bolsa de ellos, hasta una compañía agradable en un restaurante que nos hace prolongar la comida (y comer) más de lo deseable.

McFerran resume todo lo anterior con una frase: "Si pensamos antes lo que hacemos, seremos menos propensos a comer en exceso".

No hay comentarios:

Publicar un comentario